Los higos son una de las frutas cultivadas más antiguas del mundo. Su origen puede ser rastreado hasta Asia menor, donde se han encontrado restos en excavaciones neolíticas. Papiros Egipcios que datan de 1500 a.C. también mencionan la fruta.
Además de ser mencionados en la Biblia, con las hojas de higuera en el jardín del Edén, los griegos decían que la diosa Deméter les había otorgado la fruta. Buda fue iluminado bajo una higuera salvaje.
Los romanos llevaron el árbol a Inglaterra, y los españoles lo llevaron al Nuevo Mundo en el siglo 16, donde padres misioneros los plantaron en California en el siglo 18.
Hoy, como para los damascos, Turquía es el productor líder de Higos Secos Smyrna, la variedad más adecuada para el secado.
