Se especula que la palabra ‘Sultana’ deriva del pueblo de Sal en el occidente de Jordania – un antiguo asentamiento del que se tiene registro desde tiempos Bizantinos por la calidad de sus uvas. El proceso de secar la fruta al sol es atribuido a los Persas, con tempranas referencias escritas sobre la práctica de secar uvas negras para obtener pasas hace más de 2,000 años.
Sin embargo, se cree que la Uva Sultana se originó en Anatolia, en Turquía, donde los Hititas (1,800 – 1,550 a.C.) desarrollaron la vid e hicieron una ofrenda a los dioses con ella durante sus ceremonias religiosas.