Conocido por los aztecas como huāuhtli, se cree que el amaranto representaba hasta un 80% de su consumo calórico antes de la conquista española. Otro uso importante del amaranto en toda Mesoamérica fue preparar bebidas y alimentos rituales.
Hasta el día de hoy, las semillas de amaranto se siguen tostando como palomitas de maíz y mezclándose con miel, melaza o chocolate para hacer un dulce llamado alegría.
Una taza (2.4 dl, 245 g) de grano de amaranto cocido (de alrededor de 65 g de materia prima) proporciona 251 calorías y es una fuente excelente (20% o más del Valor de Ingesta Diario) de proteínas, fibra dietética y algunos minerales dietéticos .