Las semillas de los Damascos, o pepas de Damasco, son una fuente versátil de ingredientes para muchas industrias.
Algunas fábricas de confitería producen una pasta, blanqueando y quitando el amargor de las pepas de damasco al añadir agua y azúcar.
Esta pasta la usan las pastelerías para producir biscochos, y también la usan los fabricantes de chocolate.
El aceite esencial de pepa de Damasco es usado por los fabricantes de alimentos como un saborizante, y por los fabricantes de productos de la salud en jabones y cuidados de belleza. Hay quién piensa que las pepas de Damasco controlan el cáncer. Esta afirmación fue hecha por el Dr. Ernst Krebs, quién, en 1952, descubrió el laetril, químicamente relacionado con la amigdalina que se encuentra en las pepas de Damasco. Posterioirmente teorizó que el laetril era una vitamina ( B17) capaz de prevenir el cáncer, ya que esta enferedad era causada por una deficiencia de la misma vitamina. A pesar de que esta escuela de pensamiento tiene un gran seguimiento en el mundo, la FDA de los Estados Unidos nunca ha aceptado estas declaraciones.